domingo, 1 de octubre de 2017

Bienvenido Lucas




Cuando estás embarazada de tu primer hijo no tienes ni idea de lo que viene encima, vives en una realidad paralela, de descanso, de despreocupaciones y de inversión del tiempo en ver películas, ver libros o pasar horas con internet.

Tres años y 7 meses después, me siento delante del ordenador para relatar el parto de Lucas. A la inversa de como debería ser, pues antes he escrito el de Hugo. Pero me parece un recuerdo tan bonito, que quiero tenerlo para nosotros. Será más objetivo y con menos componente emocional, pero tú, chiquitín, ahora “mi pequeño monstruo de colores”, nos abriste los ojos a un mundo, a una vida completamente diferente, nos quitaste el egoísmo de un plumazo y cambiaste el orden de nuestras prioridades completamente, dándonos una sacudida emocional brutal. 
Gracias Lucas.

 31/01/2014. Ese viernes, estando de 39 semanas, cuando a Dani tenían que ratificarle que seguía otro año trabajando en el hospital, a las 9 de la mañana recibe una llamada de Recursos Humanos, le informan que no seguirá trabajando en ese hospital, ese contrato se ha acabado. Él se echa a dormir exhausto y yo me voy a ver a mi padre a la finca, quien me tranquiliza. Estaba en un bucle de pensamientos catastrofistas…pobre criatura, sus padres desempleados y él de camino, con lo poco que queda,¿ y si no podemos darle lo que necesita?¿ conseguiremos hacerle feliz? Mi padre, un hombre sabio, me tranquilizó y me dio aliento.

Sobre las 14.00 de la tarde que se levanta Dani, yo me encuentro mal y me tomo un paracetamol. Media hora después tengo que hacer varios paseos al aseo porque parece que se me escapa el pis…al final, deducimos que he roto la bolsa, porque eso que sale por las piernas no es orina. Yo pensaba que iba a ser como en las películas… pues no. Tranquilamente me ducho, nos preparamos y observamos, según las directrices de la matrona si es transparente no hay que correr al hospital.

Yo me encontraba ya mejor, sin dolores, sí con dolor de cabeza del disgusto del trabajo, pero no me notaba especialmente mal. Informamos a nuestros familiares directos y decidimos marchar al hospital a que nos exploren, pero con idea de que nos darían el alta. Llegamos al hospital de Getafe sobre las 19.45. Después de una hora en monitores, nos informan de que efectivamente hay una fisura en la bolsa, me tienen que dejar ingresada y si a las 9.00 de la mañana no me había puesto de parto por mí misma, comenzarían a inducirlo.


Me encuentro fenomenal, con un subidón de adrenalina…¡¡ya viene Lucas!! A las 20.50 me ponen la pulsera de ingreso, y cuando nos dan habitación informamos a nuestros padres. En breve se plantan allí los abuelos, mi madre y mi suegro, con sendos libros y dispuestos a pasar la noche allí con nosotros.  La enfermera de planta nos informa de que ya han pasado las cenas..y a mí me empieza a entrar un agobio y un hambre…La cafetería ya está cerrada,así que a las 22.30 decidimos escaparnos al Mcdonalds. 
La enfermera desde el control, parece que nos leyó los pensamientos, nos indica que no se nos ocurrirá ir al burguer y nosotros –mentimos, sí mentimos- decimos que solamente vamos a caminar un rato.  A las 23.30, según estábamos acabando de cenar, empiezan las contracciones fuertes, yo le hago una seña ( pisotón y mirada asesina a mi marido que se estaba deleitando con las patatas fritas) de que esto empezaba a ser molesto. Ahí empiezo con fuertes contracciones seguidas cada 5 minutos. Disimulando, llevamos a los abuelos a sus coches y les indicamos que iremos informándoles. Según subíamos por la rampa de urgencias, me dan otro par de contracciones que me hacen ver las estrellas. 

Llegamos a la habitación y me desvisto, por aquello de no dar tanto el cante. A las 24.00 llamamos y nos bajan a dilatación. Al explorarme, me indican que estoy de 6 y que para ser primeriza estoy dilatando muy rápido. Media hora después tras varios pinchazos me ponen la epidural… Ya no me dejan beber nada y paso el resto de la dilatación con unas ganas locas de beber agua. A la 1.30 ya no siento nada, y apagamos la luz para dormir, el matrón comenta que cómo me voy a dormir que estaba de parto, pero estaba agotada después de un día tan tenso. 

A las 4.46 estoy dilatada completa. No encuentro postura cómoda y es que las malditas cinchas que monitorizan al bebé me están matando. El matrón (con un tatuaje que ponía “el amor nos hará libres” que le encantó a Dani), cada vez que venía a explorarnos, veía que estaba todo bien y se permitía decir que volvería en unas dos horas….DOS HORAS??? Le decía yo a mi chico, que no sabía dónde meterse. A las 06.40, Dani ve la cabeza de Lucas, es hora de empezar los pujos. Los qué? No tenía ni idea de hacerlos…hasta las 8.00 que llega el cambio de turno y una matrona, llamada Celia, se sienta conmigo y empieza a ayudarme a realizarlos. A las 8.49 nos informan que Lucas se encuentra en tercer plano y nos llevan a paritorio.
 A partir de aquí yo estoy con un subidón, nada me duele y he recuperado fuerzas para empujar o bailar una sardana, ya viene el pequeñín. A las 9.20 nace Lucas, con 47cms y 2.800kgs. A esa hora también nacemos nosotros, como padres, como familia.





miércoles, 13 de septiembre de 2017

Porteo, el bebé cerquita nuestra


Sí, lo reconozco... pensaba que todos, pero TODOS,  los niños usaban chupete, se dormían solitos en sus cunas y adoraban el carrito carísimo que los padres compramos para que vayan anchos, calentitos y a gusto. JA y la señal del pajarito...

 Ahí llegó Lucas, para rompernos todos los esquemas. De reprnte te ves agobiada, sin manos, con un peque totalmente dependiente que se despierta si le echas en la cuna, no aguanta en la hamaca más de 30 segundos y la manta de juegos la aborrece,,,




Y te das cuenta, viéndolo con perspectiva que sólo necesita una cosa, a su madre. Afecto,contacto, tu voz y mimos. En nuestro caso además tetadicto. Sin embargo cuando yo me fui a trabajar también se quedaba super tranquilo con papi en la mochila. Qué decir del papá, le encantaba portearle y darse largos paseos juntos; en la actualidad prefiere el fular tejido a la mochila y disfruta mucho estos momentos. Los nños, como dice el gran Carlos González deben estar con sus padres y conocer el mundo en sus brazos.

Lucas y Dani en la mochila, han visto grandes acontecimientos de la naturaleza, almendros en flor, abrazado árboles, visto hayedos y robledales inmensos y hasta cogido setas.




Una cosa que nos dio la vida, literalmente, fue el porteo. Aunque en un primer momento metimos la pata con las mochilas, a los 4 meses nos hicimos con una ergobaby... preciosa, azul marino y la capucha de cuadros que presté y nunca más volví a ver (error enorme, encima perdí la mochila y a la amiga que se la presté, sniff!!).


Planchando, caminando, cocoinando.. éramos inseparables, Lucas en su mochila y nosotros. Nuestro hijo necesitaba estar pegadito y nosotros disfrutábamos mucho de ese contacto.


 Más adelante utilizamos el meitai y cuando Lucas salió del hospital cogimos una maravillosa buzzidil de la edición oruga glotona.. la hemos tratado muchísimo! Espectacular mochila, completísima, cómoda y preciosa.


Hemos hecho muchas salidas y excursiones con nuestra aliada y sin ocupar todo el maletero.






Con Hugo , todo ha sido más fácil, en este sentido, la experiencia sí ha sido un grado y nuestras expectativas con él estaban más adecuadas.
 nos atrevimos con el fular elástico desde el nacimiento y hemos probado el fular tejido y la bandolera. Lo disfrutamos muchísimo.

Nos encanta sentir al bebé cerquita y acariciarle la cabecita, los pinrreles, el culillo...

 Los CONSEJOS BÁSICOS para realizar un buen porteo serían los siguientes, aunque si queréis aseguraros de hacerlo del todo bien, lo mejor es recurrir a una asesora de porteo:

-Elige una mochila ergonómica.. no te dejes llevar por las marcas conocidas o súper estéticas...suelen cobrarte un riñón y no son buenas (olvídate de babyborjn, tuctuc, prenatal, jane... ninguna hasta la fecha es adecuada). Utilizamos varias de estas marcas con Lucas..error.

- Si el bebé es menor de 6 meses no puede ser una mochila preformada tipo manduca o ergobaby, para utilizar éstas debe mantenerse sentado. Error dos con Lucas...empezamos cona ergo a los 3/4meses.

-Para menores de 6 meses un fular o una mochi que se adapte punto por punto, tipo emeybaby, marsupi o buzzidil.

- Las piernas tienen que estar en M , es decir, las rodillas por encima del culete y la espalda redondeada.

- No se debe colocar al bebé ni muy arriba que nos dificulte nuestros movimientos de cabeza ni muy abajo, a la altura de q le podamos besar la cabecita.

-Controlar que las vías respiratorias estén libres.





El porteo es una de las cosas más maravillosas de la que estamos disfrutando en la mapaternidad, nos encanta a los dos.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

...y Hugo decidió llegar...






Cuando estás embarazada no ves el momento de por fin tener a tu bebé en brazos... tienes ansiedad, miedos, incertidumbres...y por mucho que quieras, tú no decides ni cuándo ni cómo será... pero cuesta asimilarlo.

El día 10/03 teníamos cita en monitores a las 9 de la mañana, cumplíamos la semana 40 de gestación.

 Un embarazo que se me estaba haciendo largo pese a encontrarme bien, en el que meses atrás estaba de baja por la mutua... pero tenía tal ansiedad por conocerle que no veía el día..además, la logística de tener que dejar a Lucas con los abuelos, la preocupación de qué tal se quedaría, cómo recibiría a su hermano... estaba inquieta y expectante.

Durante meses nos habíamos preparado, más mental que físicamente para tratar de que fuera un parto con baja intervención y se acercaba el momento. 

Si en el primer parto habría firmado porque hubiera anestesia general, en este quería ser dueña de mi cuerpo, guiar las acciones y ser partícipe del procedimiento. Teníamos elaborado el plan de parto. Planificado cómo íbamos a apañarnos, qué queríamos, que no, qué tal vez y qué bajo ningún concepto. Estábamos preparados. Sólo faltaba que Hugo diera la señal.

El día 9/03 , jueves , pasé un día rarillo, con mal cuerpo. Pasamos el día fuera, tenía contracciones irregulares y malestar. El sábado anterior habíamos visitado urgencias y la matrona(maravillosa, respetuosa y sincera) nos dijo q había comenzado el proceso de parto, como mucho n cuestión de días, Hugo ya estaría aquí.

Ese día, mi marido comentó que nos quedáramos en casa de los abuelos, pero yo estaba deseando ir a casa y darme una ducha y descansar. Mientras los chicos se bañaban yo me quedé traspuesta en el sofá. Cuanto pude me fui a la cama. Dormitando porque ya empezaban a regularizarse las contracciones. Sobre las 00.30 ya no pude más, me levanté al baño, llamé a mi marido y le dije que «ahora sí que estoy de parto»y me vine al salón. Él sólo dijo «ahora? pero si son las 00.30 de la mañanaa».Tenía contracciones cada par de minutos, no me daban tregua y eran dolorosas. Cuando mi marido llegó vestido al salón y me vio sujetando la pared... fue a apañar al niño para marcharnos. Llamé a mi padre y le dije que íbamos de camino, que hoy sí estaba de parto.

Llegamos al hospital de Getafe sobre las 2'00, los baches de la calzada me parecían horribles cuando venía la contracción y no sabía cómo ponerme ni dónde agarrarme. No podía hablar, sólo respirar y pensar que Hugo estaba de camino. 

Cuando me bajé del coche me vino otra contracción y tuve que pararme en seco en la puerta de urgencias, los celadores sólo afirmaron que estaba de parto y me indicaron por dónde debía acceder a ginecología. Al minuto llegó mi chico , mientras pasábamos a la consulta de la matrona. Ésta  exploró y estaba dilatada de 8. La entregamos el plan de parto, queríamos la mínima intervención. Al monitorizar a Hugo estaba en el límite de las pulsaciones para el acceso a la sala de baja intervención (tenía 115ppm y el mínimo eran 110ppm) y tuvo que informar al ginecólogo quien finalmente dio el ok, aunque tuvimos serias dudas ahí de que ella quisiera atender este tipo de parto.. que implica presencia el 100% del tiempo y otras atenciones diferentes a las de un parto medicalizado.

 Yo no hablaba, sólo respiraba y verbalizaba alguna sílaba cuando Hugo empujaba. Me cogieron una vía por si acaso en la muñeca izquierda... me molestó durante todo el proceso y me arrepentí de haberla llevado, pero me explicaron q si en algún momento del parto necesitaba suero, ya habíamos adelantado trabajo.

Según pasamos a la sala de mínima intervención... cuando las contracciones eran cada 30/40segundos conseguí verbalizar lloriqueando «-Dani, nos hemos equivocado, no voy a poder». Sé que a mi chico se le cayó el alma a los pies...acabábamos de entrar, ya no había opción de analgesia por la dilatación y me veía sufrir y desdecirme en todo lo q dije durante el embarazo. 

El dolor era muy intenso, me faltaba el aire y ya estaba exhausta. Él me cogió fuerte La mano y me dijo «claro que sí, campeona, estás preparada para esto». Yo no le creí mucho pero tb era consciente de que no había mucha más opción, así que había que tirar para adelante. 

La matrona puso música, la intensidad de la luz era cómoda y la sala acogedora de temperatura y clima,  pero podía haber estado en un cuarto trastero que en ese momento me habría dado igual.

El primer sitio donde estuve fue en la pelota, donde me pusieron un empapador, pensaba que hacer movimientos de pelvis me ayudaría, pero ¡ nada más lejos de la realidad! no llegué al minuto!!

Utilicé las lianas cual cochinillo ( esto me lo dijo mi chico después) y entraban otras matronas a verme y ofrecerme su apoyo y aliento.«qué bien estás ahí», «sí, genial», pensaba yo.. 



Cada 15 min monitorizaban a Hugo. Me ofrecían ánimo, palabras de aliento, la matrona procuraba distender la tensión y yo la oía lejos pero no tenía ganas de que me hablaran. Mi compañero ahí estaba, apoyándome...Habíamos practicado en casa masajes para mejorar los dolores, pero en ese momento no quería ni que me tocase, me apartaba poco sutilmente...así que con la mano, la mirada y el apoyo verbal era suficiente.


Estuve como media hora en la ducha, qué bien me hacía el agua caliente cayendo por la espalda, mientras veía en la ventana las luces y parecía lejano el.amanecer/la llegada de Hugo....la matrona la pobre hacía malabares para la monitorización del bebé entrando a cuatro patas...tratando de no molestarme, respetando mis posturas y tiempos. 

Cuando salí de la ducha estaba helada y agotada, decidí tumbarme en la cama, la peor postura para dar a luz, lo sé, pero es que estaba exhausta. Al poco tiempo en una exploración se rompió la bolsa, pensábamos que ya llegaba  el momento de tener al churumbel en brazos...estábamos equivocados. Eran las 4.35 y hipotetizamos que a las 5 estaría con nosotros.

Incluso la matrona que fue a cambiarse avisó a sus compañeras para la asistencia. Aumentaron las monitorizaciones al bebé.. Yo ya estaba sin fuerzas y una de las matronas para ayudarme entre contracciones me dio masaje cráneo sacral...eso fue tocar el cielo. 

Sobre las 6 se empezaron a preocupar porque había pasado mucho tiempo desde la rotura de aguas. A las 6.35 tras unos empujones y unos gritos desgarradores ( aquí sí ya grité empujando con todo lo que podía) nació Hugo, un bebé rechoncho que se enganchó al pecho de inmediato😍. Nuestro segundo hijo. En ese momento comprendí que es cierto, el amor se multiplica.


No podía dejar de mirarle y recuperé al instante las ganas de hablar, agradecía las matronas, a mi chico...estaba pletórica. Lo habíamos conseguido. 



Pese a mis dudas e inseguridades, mi marido estuvo ahí, apoyándome, y ya teníamos nuestro premio..nuestro hijo sanote con nosotros. No hubo desgarro ni puntos, sin embargo sí me tuvieron que revisar porque pensaban que había algún trocito de placenta que se pudo quedar dentro....los resultados fueron negativos. Hugo pesó 3.460 gramos y midió 52 cms. Nos explicaron que se demoró la fase expulsiva porque venía con vuelta de cordón.

 
El equipo de matronas y gine nos informaron que había sido la octava mujer en parir en esa sala desde su inauguración en septiembre 2016 (riéndonos  mi chico y yo nos imaginábamos un cuadro honorífico con fechas y membrete dorado).  Nos dieron la enhorabuena y nos felicitaron por el autocontrol, alguna mami debió gritar más..


Nos respetaron y dejaron intimidad para conocernos los tres mientras amanecía.

Unas horas después, Lucas vino a conocer a Hugo, su súper hermano que también se enamoró de él nada más verle. Los abuelos, que habían pasado la noche n vela y preocupándose también vinieron a conocer al nuevo vástago...el resto no llegó...  conseguimos nuestro alta prematura...

El sábado a las 12.00 salíamos por la puerta del hospital, niño en teta, mayor de la mano y felices.

Pese al dolor, la inseguridad, el miedo... volvería a dar a luz así. Sí, se llama parto porque te partes en dos. Pero es maravilloso ser partícipe de todo, y sí, es verdad...cuanto ves a tu hijo se te olvida todo el sufrimiento, empiezas de cero a experimentar y almacenar recuerdos bonitos.




 
Gracias cariño, por apoyarme en mis decisiones, por sufrir conmigo, por ser la luz cuando mis pensamientos negativos me tiraban para abajo de un mar oscuro.












lunes, 4 de septiembre de 2017

Cosas que hacer con un bebé



EDITO... saco los borradores de hace tres años.

Buenas,

Hoy recojo una lista de cosas que hemos hecho con Lucas en estos 10 meses, a veces nos venden que una vez tengas hijos no podrás hacer nada....pero eso no es verdad, simplemente hay que adaptar las actividades, organizarlas con tiempo y sobretodo, ser flexible.

PISCINA: Vamos a matronatación con él, y los sábados vamos los tres a la piscina cubierta. Sobretodo jugamos y aprovechamos para estar los tres en el medio acuático, ya que a clase sólo podemos ir uno de los dos.

MONTAR EN BICI: Nos hemos comprado una sillita Weeride y Lucas va encantado. Montamos desde los 8 meses y medio apróximadamente. Le abrigamos un poco más que nosotros, porque él no pedalea y por tanto no entra en calor, y no dice ni "mu". Va mirando todo y cuando se duerme, apoya su cabecita en la silla.



RECOGER SETAS: Nos apuntamos a un curso para ir con un guía, Lucas en la mochila ubicada en la espalda...y sin problemas.

TURISMO: Hemos ido a la playa, a la montaña, a ver parques, a museos, al teleférico...Respetando su ritmo de sueño-vigilia- alimentación- menearse y jugar...se puede hacer de todo. (Siempre porteándolo en la mochila, eso sí).




COMIDAS EN LUGARES PÚBLICOS. Pues eso, se puede y se debe, pero en nuestro caso...en el carro no, sino encima nuestra e interactuando con los que estén presentes.

IR A VER A PAPÁ A SUS CARRERAS. Mi chico hace ultras ( locura de carrera de 100kms), pues lo mismo, respetando los ritmos del peque....vamos siguiendo a papá en los controles...sin problemas.

JUGAR: Lo pasamos fenomenal jugando los tres juntos con los juguetes de Lucas: pelotas, construcciones, instrumentos musicales....

lunes, 24 de noviembre de 2014

Cosas útiles VS. Cosas inútiles (que compramos cuando nos embarazamos)


Buenas!

Estaba deseando escribir un post que tratase de esto, ya que cuando nos embarazamos nos meten por los ojos miles de necesidades que realmente no son tan necesarias como dicen...Lo que implica desembolso de dinero y ocupación de metros en casa (bendito segundamano para compra- venta). No pretendo ofender a nadie, la lista está hecha en función de nuestra experiencia personal.


  • COSAS ÚTILES.  "El que va, lo ve" y cada es un mundo, pero para nosotros han sido imprescindibles los siguientes artículos (6):


- El fular y mochila de porteo ergonómica:  Habitualmente le hemos porteado los dos, y casi en el 70% de las ocasiones ha acabado dormido. Va muy tranquilo, cómodo y cerquita nuestra, lo que permite una respuesta rápida a sus necesidades. Ahora que es más mayor en ocasiones le ponemos en la espalda y disfruta un montón de esta nueva perspectiva.

- El cojín de lactancia: una buena inversión durante el embarazo. Compramos uno de Jané. Durante el embarazo lo utilizaba para dormir, al principio de la lactancia para apoyar al peque y una vez instaurada le pusimos la funda y poníamos ahí a Lucas en el sofá para jugar con él o una vez se dormía.

- Trona para comer: Hasta que la tuvimos Lucas siempre, siempre, siempre estaba en brazos nuestra en la hora de la comida. Volver a comer con dos manos, mientras él está en la trona y es partícipe de la comida ( le damos a probar, jugamos  con él, experimenta con comida y juguete y nos acompañamos mutuamente).

- Ozolive: es un aceite de origen vegetal de venta en farmacias, que nos ha ido fabuloso. (Está fabricado en Pinto por una empresa pequeña). En estos casi 10 meses , hemos pasado como todos los niños, por épocas de descomposición, salida de dientes,etc....no ha habido un día en que el peque haya tenido el culete irritado.

- Arrullos: tuvimos la suerte de que una de las abuelas del heredero hizo varios y le hemos dado mucho uso, para salir siempre de casa, el coche, la siesta..

- Sacaleches y pezoneras: la subida de la leche, como bien dicen, es complicadilla. En nuestro caso, por un error en la organización, comió dos veces del mismo pecho y el otro se me puso bastante cargado...como era tan pequeño, no lo vaciaba y con ayuda del sacaleches conseguimos aliviar. No obstante, yo el sacaleches no lo compraría hasta que se percibiera su necesidad ( porque se puede comprar en cualquier momento y puede ser una inversión innecesaria).



  • COSAS INÚTILES. (Nuestro uso ha sido semi-nulo o nulo totalmente).
- Chupetes: En mi desconocimiento, pensaba que todos los niños usaban chupete...además, es un regalo muy recurrido, con esos chupeteros tan divinos que hay. Pues nada, Lucas nunca lo quiso, y tampoco insistimos...No son necesarios, aunque sí puede ser una herramienta útil en función del niño/a.

- Minicuna: Lucas tampoco la quería, le gustaba dormir cerquita nuestra, y además no veía por los laterales porque eran de tela...así que un gasto inútil

- Capazo del carro: mi chico tampoco quería capazo, ir tumbado boca arriba .. como que no.Lo utilizamos en dos ocasiones y acabamos con el carro vacío y el crío en brazos... así que lo desechamos rápidamente.

- Crema hidratante para bebés: ni lo hemos utilizado...desde el primer momento nos fue bien el aceite Ozolive y con eso nos hemos quedado. Así que los 5-6 botes que tenemos, ya veremos cómo los utiliamos.

- Hamaca: Lucas siempre estaba encima nuestra, le gustaba ver, pero no desde una hamaca separado de nosotros.

- Pretender tener totalmente montada la habitación del bebé: es verdad que hace mucha ilusión preparar todo para la llegada del heredero, no obstante, luego te das cuenta del escaso uso que se le da. Lucas sigue en nuestra habitación y va a hacer 10 meses, así que tantas prisas por tener montado todo ....no han servido de mucho (cortinas, pintura,....).

Si el post puede ayudar a alguien a relativizar las compras a realizar...fenomenal!

Un besin,


Irene

martes, 23 de septiembre de 2014

Cosas molonas que descubrimos al ser padres


¡Buenas! Mi intención era escribir una entrada semanal, es más, hay una entrada en proceso de las clases de preparación al parto, en unos días estará lista.

Lucas está liado con la salida de sus primeros dientes y el tiempo escasea, pero me apetecía escribir sobre aspectos muy positivos que nos ha enseñado/ regalado mi enano en estos pocos meses…

Algunas cosas que nos han pasado en estos casi 8 meses...
  • Adiós vergüenza en las situaciones sociales. En el supermercado, en la piscina, en el banco… da igual donde estés, tu hijo y sus necesidades son lo primero. Así podemos dar de mamar, cantar, bailar, escondernos o jugar al " willie wonka". Hasta nos la hemos jugado en el Primark conociendo sus antecedentes de echar a mamás lactantes.
  • Podrás cantar mal, como es mi caso, no importa. .. la gente no te mira a ti, sino al bebé. Es lo bueno de haber pasado a un segundo plano, en todos los sentidos, nadie te escucha, miran la cara que pone tu lechón de felicidad cuando te escucha.
  • Oler a bebé. Me percaté a raíz del comentario de mi amiga Merche, muchas veces vamos corriendo y se nos pasan los detalles pequeños. Es cierto, después de portear al enano, tu ropa huele a él. También las sábanas de la cama. Es indescriptible acercarte al enano mientras duerme y aspirar su fragancia (parezco el psicópata de " el perfume" xo nada más lejos de la realidad, seguro que quien ha tenido un bebé cerca comprende esa sensación). Es cierto, hasta la caca que hace te huele bien, y la discriminas a metros de distancia… 
  • Por muy gris que amanezca, veas las (malas)noticias, te digan algo que te siente mal…da igual, él siempre te hará sonreír y olvidarte de las penas e inconvenientes. Es un amor incondicional, y él te buscará, te provocará, te pondrá en una tesitura en que sonríes o sonríes, no hay otra opción.
  • Sentir que eres importante cuando te ve, sonríe, patalea y aletea. Es cierto, tu bebé ya te reconoce y nada más verte, cambia la expresión facial, sonríe y te echa los bazos (yo no me veo la cara de boba al verle cuando llego de trabajar, pero no me resisto a decirle alguna tontá a modo de saludo).
  • Hablar con el bebé de tus reflexiones vitales y sentir que alguien te escucha. En mi caso, le hablo mucho cuando vamos en el coche, comento con él las noticias, el tráfico, el loco que nos adelanta, el tiempo o lo que ha hecho el Atleti el fin de semana.
  • Portearle mientras le acaricias los pinrreles. En verano descalzo, ahora con sus calcetines… Portear es un placer que te permite el contacto directo y continuo con él…beneficioso para ambos, sin duda.
  • Bailar, desde los payasos de la tele o el oso traposo, pasando por un pasodoble (sí, esto le encanta) hasta lo que ponen en Rock FM “El pirata y su banda”. Una cosa está clara, este compañero de baile no te pisa.

  • Empapar el baño enseñándole a chapotear, no importa lo que se moje, ya se fregará, el momento de disfrute es total y no se va a romper por una nimiedad…( aclaro: siempre con seguridad, claro).
  • Bañarte con él. Lucas cuando nació el momento baño no era precisamente relajante, lloraba y lloraba. Una mamá en clase de preparación al parto comentó que a su peque le pasaba lo mismo y haciendo caso de su consejo, las primeras semanas nos bañábamos juntos, piel con piel…poco a poco se fue habituando al agua, ahora se baña con papá y disfrutan mucho de su momento “chapoteo”.

  • Si no lo conocías, o te costaba, ahora no lo hará. Compartirás: tu colchón, tu postre, tu agua, a tu pareja…No te costará en absoluto.

  •  Apreciar lo que crece cuando alguna prenda le queda raquítica. A nosotros nos pasó con una sudadera de "Cars" roja que a mí me encantaba, por tanto, llevaba a menudo.
  • Exprimir los minutos del día, minimizar las pérdidas de tiempo. Antes podía echar horas en Facebook, leyendo o viendo la televisión. Ahora ves Facebook por el móvil, lees cuando duerme( habitualmente libros relacionados con la crianza) y la televisión la ponemos en momentos puntuales. 

  •  Observar como mejora su coordinación, te parecerá increíble que se gire, se mantenga sentado o te acaricie la cara (esto último es lo más).
  •  Conocer el mejor sonido del mundo....sus carcajadas. Imagino que el momento en que diga “mamá”, “papá”, será la pera…pero aún no ha llegado.

  • Relativizar otras cosas que ocurren en la vida cotidiana. Para una tremendista como yo, en la que los grises a veces brillan por su ausencia ( sí, soy psicóloga …tiriririi)tu bebé, su salud y tu familia se colocan indiscutiblemente en el orden uno de jerarquía de prioridades.
  • Hacer cosas que nunca pensaste que harías (como planificar unas navidades cuando siempre las odiaste o pensar en que un buen destino vacacional sería Marina D´Or …)

Seguro que hay cosas que se me han pasado, se aceptan comentarios!!


Un besico y gracias por dedicar un ratito de vuestro tiempo.


 Irene



domingo, 7 de septiembre de 2014

¡Estamos embarazados!

Creo que para el inicio del Blog...nada mejor que empezar por un principio.....¿Cómo pasaron esos 9 meses? Largos, intensos, con nervios, con ganas de coger una máquina y adelantarnos varias semanas o de parar el tiempo...


Una noche de Junio de 2013, después de cenar unas pizzas y tras varias semanas rarunas, decidimos hacernos la prueba de embarazo. Salieron dos rayas rosas que cambiarían nuestra vida para siempre: íbamos a ser padres. ¿Padres? Un concepto amplio pero que nada más ver el resultado del test de embarazo acongoja y aparecen dudas del tipo..".¿¿si las plantas me duran dos semanas vivas, cómo voy a criar a un churumbel?", "¿si me dan asco todos los olores, voy a tener arcadas cada vez que mi hij@ se cague?", "¡nunca he cambiado un pañal! Necesito un tutorial en youtube¿?". Imagino que la mayoría de las primerizas tenemos dudas similares, pero tú, mujer con un Bichin dentro, te crees que eres la única a la que le pasan estas cosas por la cabeza... La foto relata muy bien el estado de confusión en el que estábamos....


Lo primero que hicimos, por descontado, fue ir a ver a los futuros abuelos para darles la noticia, ellos lo recibieron con prudencia, alegres, pero nada de abrir una botella de champagne o llantos desmesurados como ocurre en las películas. Besos, abrazos, enhorabuenas y sugerencias de nombre..."¡¡¿Teofilín¿?!! Tú lo flipas, papá.."   Quedaban muchos meses por delante y creo que ninguno éramos muy conscientes de lo que esas "dos rayitas"implicaban. Después llamamos a los tíos y a los amigos más cercanos y Lucas pasó a llamarse: "Bebote", "Garbancito", quedándose finalmente con "Bichin" hasta que supimos que su género sería masculino.

El embarazo, ahora que Lucas tiene 7 meses, parece que queda muy lejano, pero se hace largo, muy, muy pero que muuuy largo.

Comenzamos las rutinas de médico de cabecera, matrona, ginecólogos, clases de preparación al parto, leer mucho, preguntar más, adecentar la habitación del enano y hacernos ideas poco acertadas acerca de cómo criaríamos a nuestro hijo.

A las clases de preparación al parto íbamos con papel y lápiz para anotar las cosas importantes y preguntar sobre dudas, ahí escuché por primera vez quien era Carlos González y términos como "colecho",  "mastitis"; "liga de la leche", " porteo". Haré una entrada de esta experiencia más adelante, porque nos pasaron cosas bastante divertidas ahí.

Volví loco a mi marido con médicos, ginecólogos, ecografías....recorrimos tres médicos privados y finalmente nos decantamos por la sanidad pública. Uno era un señor mayor que parecía que tenía principio de demencia o déficit de atención...preguntándonos hasta cuatro veces en la consulta de cuántas semanas estaba embarazada y dándonos la mano otras tantas veces. Otro me dijo abiertamente que había atendido muchos partos ya y que estaba cansado, especificando que si me ponía de parto por la noche, él no acudiría. El tercero era un hombre joven, atractivo e intimidatorio que ni de coña quería que me atendiera el día "D", ¿quién querría que le atendiera un clon de C.Grey el día del parto? Yo desde luego , no.
 
El día de la ecografía 3D - pagada- es especialmente emocionante, porque se puede ver al retoño sin prisas, escuchar sus latidos, te llevas un vídeo que verás 100 veces con familiares y amigos,  encima te hacen la pelota durante la hora que estás allí viendo al Bichín ( que qué guapo es, que qué espabilado, que cuánto se parece a los padres...tu encima, sales superorgullosa del Bichín, lo bien hecho que está y de tí misma de la consulta...y con alrededor de 100e menos en la cuenta bancaria).

Otro dilema era a qué hospital acudir, ya que podíamos elegir entre tres. Nos dejamos asesorar por experiencias y medios-Finalmente, en el sexto mes de embarazo, nos decidimos por el que tenía UCI pediátrica porque me daba tanto miedo el parto que quería tener cerca los máximos recursos posibles.

Una idea absurda que mantenía es que apenas se me notaba el embarazo y yo ¿yo? no tenía cambios de humor a lo que mi chico siempre decía " nooo, claro que no, tú lo estás llevando genial cariño".

 
Durante los 9 meses me mantuve activa porque por razones ajenas a mí dejé de trabajar a las 20 semanas, así que aproveché para hacer un máster y seguir yendo al gimnasio. A partir del sexto mes dejé el aguagym para dedicarme al pilates y paseos, actividades que realicé hasta el día antes. Los paseos merecen una mención especial, mi marido decía..."- vaaaaamos, Irene....- No, no quiero, estoy cansada ( acompañado de pucheros), pero no me dio cuartel y vaya si se lo agradezco... 

¡Hasta la próxima!


Irene